martes, 13 de noviembre de 2018

Qué hacer en Cuenca


Cuenca es la ciudad ideal para pasar un fin de semana tranquilo de turismo. Su gastronomía, su naturaleza y su arraigada cultura ofrecen a todo el que la visita una experiencia envolvente que asegura el disfrute de mayores y pequeños. Se trata de una ciudad con historia que bien merecido tiene el título de Ciudad Patrimonio de la Humanidad.

Uno de los puntos más fuertes de Cuenca es su casco antiguo. Las fachadas de colores, el Ayuntamiento y la Catedral de Santa María y San Julián, de corte gótico-barroco y de la época de Alfonso XIII, conforman el epicentro del turismo conquense. En el casco antiguo de la ciudad también se pueden visitar diferentes museos, así como la Torre Mangana o las ruinas del castillo. Se puede encontrar toda la información sobre los diferentes museos en la página de turismo del Ayuntamiento. En definitiva, este es un emplazamiento repleto de historia, arte y cultura de merecida visita, que además cuenta con varios bares y restaurantes donde parar a comer y descansar. Para los que viajan en coche, hay que tener en cuenta también que muchas de las calles del casco antiguo son peatonales. Una opción es aparcar en la parte baja de la ciudad y subir andando (15 minutos aproximadamente), y otra es dejar el coche en el parking que hay de camino al casco antiguo.

Catedral de Cuenca. Fuente: Sara Acero y Upe García
Por su parte, el puente San Pablo y las Casas Colgadas, cuyos balcones se asoman al acantilado que da a la hoz del Huécar, son un ejemplo de la arquitectura más tradicional de Cuenca y los lugares con más atractivo para los turistas. Las casas colgadas datan de finales del siglo XV y aunque en su tiempo fueron viviendas particulares, actualmente dan cabida al Museo Español de Arte Abstracto. Se trata de un lugar digno de visitar tanto de día, para apreciar el vértigo del puente y los balcones de los edificios, como de noche. La iluminación de este paraje lo convierte en un lugar tan bello como enigmático.

Casas Colgadas. Fuente: Sara Acero y Upe García
Asimismo, hacer turismo en Cuenca puede ser una gran experiencia también para los niños. Además de las numerosas rutas para adentrarse en la naturaleza de la sierra, en el Museo Paleontológico pueden realizarse visitas guiadas en las que se muestran los diferentes ejemplares de dinosaurios que un día ocuparon la zona, todo ello de manera entretenida y didáctica. Igualmente, el Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha ofrece a los niños la posibilidad de interactuar en un entorno de aprendizaje sobre el pasado y el futuro de La Tierra, con talleres y exposiciones pensadas para ellos. Destaca aquí el planetario, en cuya cúpula se realizan proyecciones sobre diferentes fenómenos astronómicos.

Ya fuera de la ciudad, en el Parque Natural de la Serranía de Cuenca puede visitarse la Ciudad Encantada, declarada Sitio Natural de Interés Nacional. Se trata de un paraje en el que parte de las grandes rocas que lo conforman han sido disueltas por el agua hasta llegar a, utilizando la imaginación, poder distinguirse en ellas diferentes formas, como un perro o la cabeza de un señor. Se tarda aproximadamente una hora y media en hacer una visita completa, aunque no es apta para personas con movilidad reducida, sillas de ruedas o carritos de bebé. Esta es una manera más de pasar un rato agradable y rodeados de naturaleza en los alrededores de Cuenca.


1 comentario:

  1. Yo he estado cuatro años en Cuenca y es un sitio que merece la pena visitar, sobre todo la parte del casco antiguo.

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