lunes, 19 de noviembre de 2018

Gastronomía tradicional conquense


Si Cuenca es una ciudad de obligada visita por el valor cultural e histórico que posee, también lo es por su tradición gastronómica. Tanto si queremos disfrutar del casco antiguo y los encantos de la capital como si preferimos visitar cualquiera de los pueblos de la provincia, encontraremos una infinidad de bares y restaurantes en los que casi siempre disponen de las recetas más típicas de la región. Entre ellas destacan el ajoarriero, el morteruelo y el zarajo, así como su excelente carne de caza.

Ajoarriero: aunque este plato se elabora en diferentes comunidades autónomas, la receta es diferente en cada una de ellas. En Cuenca se presenta como una pasta a base de patatas y bacalao como ingredientes principales. También contiene ajo, aceite, huevo y pan rallado. Se trata de un plato no precisamente ligero, por lo que se toma normalmente como primer plato, o como un aperitivo. Se dice que esta receta proviene de los pastores conquenses que, ante las nevadas del invierno intentaron elaborar un plato contundente con los ingredientes que tenían, que en este caso eran un cocido, patatas, bacalao y aceite.

Ajoarriero. Fuente: Sensación Rural

Morteruelo: como en muchos otros platos tradicionales, no hay una única receta para elaborar el morteruelo ya que, por ejemplo, las cantidades de cada ingrediente pueden variar según dónde se tome. Aun así, lo más normal es encontrarlo hecho a base de hígado y carnes de cerdo, perdiz, gallina y liebre, además de especias como la pimienta, el clavo, el pimentón o la canela. Igual que el ajoarriero, suele servirse como tapa en los bares y restaurantes, aunque también puede pedirse como plato principal. De hecho, en las casas de los conquenses suele servirse de esta manera. Además, su origen es bien parecido al de la receta anterior: por su contundencia, se realizaba en lugares rurales de la sierra conquense para protegerse del frío y las heladas.



Zarajo: esta delicia de la tradición conquense se elabora a partir de las tripas de un cordero, preferiblemente lechal, que se enrollan alrededor de un par de sarmientos y se fríen o asan hasta que quedan dorados. Personalmente, me produce algo de aprehensión la casquería, pero merece la pena al menos probarlos aunque sea por curiosidad. Este sí es un plato que se sirve casi exclusivamente como tapa en los restaurantes.


Zarajos. Fuente: Cadena Ser

Carne de caza: aunque principalmente se consume carne de cerdo y de cordero, la carne de caza engloba también conejo, liebre, perdiz, jabalí y ciervo. Este tipo de carne es muy representativo de la gastronomía de Cuenca, y con ella se elaboran verdaderos manjares que los más hambrientos podrán degustar en cualquiera de los bares y restaurantes de la provincia, especialmente en la sierra.

Resolí: en Cuenca no solo se come bien, sino que también se bebe. El resolí es la bebida más típica y reconocible de la capital. Los principales ingredientes con los que se elabora son café, aguardiente, anís, canela, naranja y limón. Es cierto que los conquenses lo toman durante todo el año, pero la forma más típica de hacerlo es durante la Semana Santa. Normalmente se consume en celebraciones o en la sobremesa, como acompañamiento al postre. Esta bebida nace de la costumbre árabe de destilar productos naturales para fabricar licores.

Finalmente, añadir que para todo aquel al que le guste hacer turismo gastronómico, probar cada uno de estos productos y recetas es imprescindible, más aún si se pretende empaparse de la cultura y tradición de Cuenca. En el artículo Qué hacer en Cuenca encontraréis información para hacer turismo en la capital conquense.

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